¿Quién no ha soñado alguna vez con tener uno de esos baúles viejos, heridos por sus viajes por el mundo? Hoy adquieren múltiples usos: como mesas de centro, a los pies de la cama, en el corredor, en los distribuidores de casas con dilatadas entradas. También se pueden colocar bajo el hueco de escaleras, incluso un baúl pequeño encima de otro de mayor dimensión puede sustituir a una mesita de noche. Destancan los de madera de alcanfor, madera muy resistente a la humedad,
lo que los hacía útil para viajar. Los asiáticos, de madera tropical,
como la teka o el palisandro; los lacados chinas. También son muy
buscados las arcas talladas del norte de España.
Son bellos y decorativos, muy prácticos y versátiles, ¿qué más se les puede pedir?
A mí se me escapó de las manos éste. De ahí que haya decidido escribir sobre ello, para aconsejaros que nunca os lo penséis dos veces si encontráis una pieza de tal calidad y belleza...
Un saludo para todos los amantes de los muebles...
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